Mujer tenías que ser…

El otro día paseando por la calle vi este cartel y pensé… qué oportuno ver este mensaje en el mes que se conmemora y se visibiliza la lucha de la mujer.

Algo tan simple como pasear por la calle y sentir un pedazo de libertad en un pequeño trozo de tierra a veces resulta misión imposible, ya sea por sentirnos presas del tiempo, de la rutina o por las cadenas de lo arcaico.

Los tiempos cambian y la sociedad evoluciona… a las mentalidades en ocasiones les cuesta adaptarse al cambio, pero está en nuestras manos seguir mejorando nuestro entorno.

Por ti, por mí y por todas nuestras compañeras…💜

Anuncio publicitario

« Bougeotte »

Dicen que nunca te acostarás sin aprender algo nuevo y el otro día ese algo llegó a mí en forma de palabra: «bougeotte»; es una palabra francesa que significa literalmente «necesidad de moverse sin parar, incapacidad para quedarse en un sitio», pero también hace referencia al «espíritu viajero», ese gusanillo que algunos tenemos por los viajes, la curiosidad de descubrir nuevos lugares… y creo que esa acepción encaja bastante con esta entrada.

A lo largo de estos años he conocido diferentes rincones del mundo, algunos os los he contado aquí a través de la sección «Cheap Queen Trips» o mediante fotografías y otros van más allá de lo que una imagen pueda captar: rincones de nuestra cabeza que no todos logran alcanzar.

Navegando por la red, di a parar con esta palabra y parece ser que no sabía que la estaba buscando hasta que la descubrí. A veces en la vida pasa ese tipo de cosas, te topas con algo o alguien que desconocías y de repente te crea una necesidad o ganas de saber más.

Posiblemente este año haya experimentado en varios ámbitos lo que es verdaderamente salir de mi zona de confort, lo que también considero un gran viaje y qué quieres que te diga… ha ido bastante bien, así que ojalá que el 2023 nos haga desplegar las alas de una vez por todas.

¡Feliz Navidad y próspero 2023!

Octubre, qué bueno que viniste

Hay quien brinda por el año nuevo en diciembre y hay quien espera a septiembre para poner en marcha sus nuevos propósitos. Fíjate si estábamos tan (des)concentrados que ya ha llegado octubre a llamar a nuestras puertas.

En una vorágine de emociones, este año ha pasado volando y casi no me ha dado tiempo a pestañear. Ya sé que aún quedan meses para que acabe el año, ¿pero qué más da cuándo empezar? Lo importante es agarrarse a la vida con fuerza y disfrutar todo lo que puedas.

Muchas veces me pregunto por qué me toca a mí apretar los dientes y seguir… ¿tantas lecciones tengo pendientes de aprender? Será que me enamoré de las piedras y me gusta tropezar una y otra vez.

Quizás la antigua versión de mí se eche a reír de la incredulidad cuando le cuente cómo hemos acabado aquí… sí, yo también me he actualizado como vuestros smartphones.

He conocido la derrota, he tocado fondo, he llegado a sentirme prisionera del laberinto de mi cabeza… un sinfín de inseguridades en las que sigo trabajando, pero hoy por hoy puedo decir que estoy en el camino correcto.

También la vida me ha regalado a personas maravillosas, me ha dado la oportunidad de vivir experiencias que pensaba que no estaban hechas para mí y si ya creía en el destino, ahora ni te cuento.

Me he convertido en toda una Life Manager estos meses, aprendiendo poco a poco a gestionar cada aventura que se me presentaba por delante. Algún día os contaré más detenidamente qué he estado haciendo, pero sólo quería pasarme por aquí para comunicaros que seguimos contando historias y que siempre hay una más que contar.

Ilusionada y agradecida, qué chula la vida.

Ya era hora de ser feliz.

La Cuisine (VI): Filetes a la carbonara

La Cuisine es una sección de este blog que tiene como objetivo acercar la cocina a aquellos que no se atreven ni a freír un huevo. Proponemos recetas asequibles, fáciles y ricas. Hoy tenemos filetes a la carbonara.

INGREDIENTES:
– Carne a elegir (en este caso vamos a usar filetes de pollo)
– 1/2 Cebolla
– 1 paquete de taquitos de Bacon
– 2 envases de Leche evaporada
– Sal
– Aceite

PASOS:
1. En una sartén echamos un poco de aceite y marcamos los filetes al gusto con una pizca de sal.
2. Picamos la cebolla en partes cuadradas.
3. Sacamos los filetes y retiramos con cuidado el exceso de grasa de la sartén.
4. Añadimos la cebolla a la sartén y vamos removiendo hasta que se dore.
5. Añadimos el bacon.
6. Cuando veamos que el bacon comienza a estar hecho, añadimos la leche evaporada.
7. Con cuidado, añadimos los filetes a la sartén y los escondemos en la salsa.
8. Dejamos reposar 10 minutos.

A la tercera va la vencida

Sevilla estaba deseando volver a iluminarse, la puerta de la ciudad cambió de ubicación durante una semana… Bienvenidos/as al Real de la Feria.

El sábado 30 de abril, tras la famosa cena del pescaito, se encendían las luces de la feria minutos antes de que dieran las doce de la noche, para que fuese abril y no mayo quien diese comienzo a otra semana grande de la capital hispalense.

Gentío por doquier, sobre todo en los primeros días… se palpaba en el ambiente las ganas de pasarlo bien y no es que la gente tuviera ganas de pasarlo bien, sino que la gente necesitaba pasarlo bien. Tras más de dos años de pandemia llegaba «la vuelta a la normalidad» sin apenas restricciones y con una normalización de aquel virus desconocido que vino para quedarse.

Hubo días en los que la lluvia hizo acto de presencia y los farolillos que adornaban las calles fueron su diana favorita, pero eso no paró la fiesta: paraguas, zapatos adecuados para recorrer el albero que se había convertido en barro y pálante.

Días de reencuentro, cante, baile, rebujito, cacharritos… como si nada hubiera pasado… pero pasó y por eso celebramos la vida, porque somos conscientes de que en un instante puede cambiar todo.

Vistos los casos positivos que están saliendo tras la feria, igual debemos de reconocer que la intensidad se nos ha ido un poco de las manos, que no hemos sido del todo prudentes y que hay que seguir con ciertas precauciones y lo más importante, hay que vacunarse, para que los síntomas sean los más leves posible.

Sea como fuere, seguimos aquí. Gracias por tener siempre Una Historia Más que contar.

Semáforo «Macarena», 2022

Micromomentos #10

Allí estábamos en aquella fiesta tan variopinta cuando se empezó a formar un círculo que permitía que nos viésemos frente a frente. Yo solo quería que te fijaras en mí y cruzar nuestras miradas al compás de la música.

De repente, las luces cambiaron su intensidad y una guitarra apareció con la que tu amigo se arrancó a tocar La leyenda del tiempo; mientras todos se quedaban embobados con su maravilloso punteo, yo no podía evitar mirarte, viendo cómo se te iluminaba la cara con la que hoy en día es tu pasión.

Te cambiaste de sitio yendo a parar al sofá que tenía a mi izquierda, casi me da un vuelco el corazón… y entonces, la gente empezó a animarte para salir a cantar.

Me armé de valor y te dije la estúpida frase de «venga, ahora es el turno de los profesionales, nuestro karaoke vendrá más tarde» para unirme al resto de vítores. Me sentí fatal, la verdad, como si por el hecho de ser cantante tuvieras la obligación de salir a cantar en aquella fiesta. Sin embargo, te levantaste del sofá y fuiste hacia la silla de la guitarra… se hizo un silencio sepulcral.

No dijiste nada, tan sólo empezaste a tocar la guitarra…

Esa melodía… ¿dónde la habría escuchado antes?, y cuando estaba a punto de descifrarlo, comenzaste a cantar… cuál es el precio de mi libertad, cuánto tiempo he de luchar contra tormentas, he aprendido a vivir sin miedo aunque nadie me acompañe… ¡¡HAY ALGO EN MÍ!! Cómo olvidarla si fue la canción que te dio la visibilidad que merecías.

«Si me lo permitís, me gustaría cantaros algo más» —dijiste, y todo el mundo asintió. Era una canción que nadie conocía, la estabas estrenando en exclusiva para nosotros. Y de pronto levantaste la vista y me miraste… tus ojos se clavaron en mí sin parar de cantar y yo torpe de mí no sabía cómo actuar. Hasta que terminaste y me dedicaste una sonrisa, la sonrisa más hermosa que he visto… creo que ahí fue cuando me enamoré de ti.

La Cuisine (V): Lentejas

Después de un enero que se antojaba eterno, damos la bienvenida a febrero con un famoso plato caliente y casero: las lentejas.

INGREDIENTES:

  • Lentejas pardinas (150g)
  • Tomate pelado (1/2)
  • Cebolla (1/4)
  • Dientes de ajo (2)
  • zanahoria mediana (1)
  • pimiento chico verde o un trozo del rojo
  • Aceite
  • Agua
  • Sal
  • Pimentón dulce
  • Cominos
  • Laurel (2 hojas)
  • Clavos (2)

PASOS:

  1. Echar las lentejas en agua como mínimo 30 minutos antes del cocinado.
  2. En una cacerola echamos aceite para hacer el *sofrito: añadimos la cebolla, el ajo, la zanahoria, el tomate pelado y el pimiento troceados.
  3. Ir removiendo para que no se pegue. Cuando esté doradito («bien pochaito»), echamos un poco de agua para triturarlo con la batidora de brazo y así no encontrar trozos en las lentejas (ideal para los pequeños de la casa).
  4. Triturar el sofrito.
  5. Echar las lentejas después de escurrirlas junto con las hojas de laurel, los clavos, cominos (la punta de una cuchara chica), el pimentón (1 cucharada o 2), sal (al gusto) y agua hasta cubrirlas.
  6. Mantener a fuego medio de 20 a 25 minutos vigilando que no se pegue.
  7. Dejar reposar y servir.

(*): Condimento que se añade a un guiso, compuesto por diversos ingredientes fritos en aceite, especialmente cebolla o ajo entre otros.